Año: 1975
País: Estados Unidos
Dirección: Steven Spielberg
Género: Terror, Thriller, Drama
Sinopsis: "En las aguas de un pequeño pueblo costero del Este de Estados Unidos, un enorme tiburón ataca a varias personas. Por temor a las repercusiones que este incidente podría tener sobre el negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y a difundir la noticia. Pero un nuevo ataque del tiburón, en la propia playa, termina con la vida de un bañista. El terror se apodera entonces de todos; así que un veterano cazador de tiburones, un científico y el jefe de la policía local se unen para capturar al escualo.”
Hacía AÑOS que no volvía a ver esta película, una gran clásico de Steven Spielberg que aterrorizó a mucha gente, tanto que aún hoy en día esta película es recordada.
Películas así ya no se hacen, eso hay que tenerlo claro desde el principio. Si bien el cine sobre monstruos devoradores de humanos ha estado siempre presente, este era uno de los que lo impulsó y de los más originales, pues hoy en día las películas de este género dejan mucho que desear (siempre recordaré la desastrosa Deep Blue Sea).
El guion es original y fresco, incluso llega a hacerte reír en más de una ocasión con sus tres pintorescos protagonistas (que son como mezclar el agua y el aceite) y pese a ser la típica película sobre un tiburón que se come al personal, consiguen darle ese toque diferenciador (incluso puedes llevarte algún que otro susto).
Los personajes están muy bien definidos y consigues sentir empatía hacia ellos, además de por la gente del pueblo, que ignorantes de los peligros que corren, siguen bañándose en esas aguas gobernadas por esta máquina de matar.
Destacar a grandes rasgos la acción, que es trepidante, pues no se cortan nada en enseñar al tiburón atacando y devorando a cualquiera, haciendo que la sangre corra a chorros, llegando incluso a veces a ser algo exagerado, pero qué narices! Es fantástico! Hoy en día con la censura en todos lados no se permite enseñar absolutamente nada por temor al PEGI 18 (o Rated R en EEUU).
El animatronic es una auténtica pasada y más aún si hablamos de una película de 1975, pero claro, además, tras todo ello se encuentra Spielberg, así que es normal que los efectos especiales sean una maravilla.
Además contamos también con la excepcional banda sonora, que aún hoy consigue que la gente tararee el fantástico tema principal.
Más allá de lo que realmente son los tiburones, esta película sí que es cierto que los dotó de una mala fama que no se merecen y se les juzga muchas veces con demasiada precariedad. Digamos que la película consiguió lo que se proponía, causar impresión.
Un diez para un clasicazo que es de mis favoritos
"Sonríe, hijo de puta!" |